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Mostrando entradas de agosto, 2020

La abuela en el quirófano

Quiero compartir algo que me sucedió hace unos 21 años. Resulta que a mis 11 años padecía de adenoiditis y una obstrucción nasal por hipertrofia de cornetes. En resumidas cuentas, siempre andaba con la nariz tapada y a cada rato me daba sinusitis. Entonces necesité operación.  Cuando me estaban preparando, recuerdo que antes de anestesiarme me dieron algún tipo de sedante, porque era común que los niños se pusieran ansiosos o inquietos antes de la cirugía, aunque yo estaba tranquila. Fue entonces que estando en una pequeña sala, a la par del quirófano, acostada en una camilla boca arriba, que se me acercó una anciana, muy parecida a la foto que ven, pero sin lentes y con la nariz roja, como si estuviese resfriada, iba vestida de blanco.  Se apoyó en la camilla cerca de mi hombro y me dijo: "Qué tal nena, ¿cómo está?" Le respondí "bien", luego me dijo: "Esté tranquilita, ya va a venir el doctor, ¿cuántos años tiene?" Y yo: "11", y me dijo: "A...

Yo te quiero, Jesús, pero tus fans la cagan

Una vez un cuate me invitó a traducir para una actividad porque venía una delegación de gringos a convivir con las personas que viven en el basurero de la zona 3. Peeeero, al llegar me di cuenta que era una iglesia evangélica la responsable de esto. Llegué y unos cuantos gringos jugaban con los niños, les pintaban la carita, les regalaban juguetes, etc. Nos asignaron un gringo a cada intérprete. A mí me tocó una taiwanesa que no hablaba muy bien Inglés. La “actividad” consistía en ir a cada casa con un gringo, un representante de la iglesia guatemalteco, y el o la intérprete, tocar la puerta, platicar con las personas, y orar. Yo me dije: ok, qué puede salir mal? En la primer casa, estaba una señora que vivía con su hijo, su nuera, y 4 nietos. Nos contó que hacía 1 semana vivía otro hijo con ellos, pero lo mataron. Nos contó que todos en el barrio sabían quién había matado al muchacho, pero por miedo no decían nada. Después de traducirle esto a la china, me pidió que le preguntara a la...

Piensa mal, pero a lo mejor no acertarás

Si algo deberíamos aprender de este mundo, y en esta vida, es que no todo es malo. El 31 de diciembre del 2011, mi mejor amiga y yo, agarramos camino a San Pedro la Laguna, a eso de las 2 de la tarde, porque queríamos pasar el año nuevo allí. No habían camionetas directas a San Pedro, por eso decidimos irnos en una de Xela, y bajarnos en el kilómetro 148. En el camino, un muchacho nos contó que por ser día festivo, no habían muchas camionetas, y que él iba para San Juan La Laguna, y que en el km 148 había una panelita que lo iba a llevar hasta su pueblo. Mi amiga y yo dijimos vámonos en ese busito. Llegamos al lugar y ya era tipo 6pm, ya estaba oscuro. Vimos que el chavo se subió a la panel, y nosotras nos subimos también. Cuando nos dimos cuenta, solo éramos ella y yo, el chavo y dos de sus amigos. Uno manejaba, y el otro iba de copiloto. Los tres iban vestidos de negro. Mi cuata y yo solo nos vimos las caras, y el busito empezó a andar. En todo el camino, iban escuchando rock pesado ...

Juana, la mujer que fue Papa

  Nació en Alemania, en 1822. Al tener nulas posibilidades de desarrollar su intelecto, Juana decide hacerse pasar por hombre, adoptando el nombre de «Juan el Inglés». Su audacia e inteligencia la llevaron a trabajar en abadías, donde logra profundizar en sus estudios de medicina. El Papa León IV la conoció y quedó impresionado con su erudición, por lo que la introduce en el mundo del Vaticano. Al morir dicho Papa, Juana es elegida como la máxima autoridad de la Iglesia Católica, bajo el nombre de Juan VII. Siendo Papa, Juana queda embarazada del embajador de Sajonia en el Vaticano. La vestimenta papal le ayudaría a disimular su estado. Pasados los 7 meses de embarazo, Juana presidía una procesión por las calles de Roma, cuando de repente, entró en labor de parto. Los obispos, el clero y el pueblo romano no daban crédito a tal aberración: EL PAPA ESTABA DANDO A LUZ A UN NIÑO. Movidos por el escándalo y el horror, la apedrean a muerte, y fue prácticamente borrada de la historia, a c...

Guía para encajar en la actual MIWATE

  Sea moderado. Confíe ciegamente en que el siguiente gobierno va a ser mejor. Primero Dios. No sea negativo, no se queje del gobierno. Esté seguro que Miwate e Israel son los pueblos elegidos. No olvidar que son los canchitos y los de siempre los que deben estar al mando. Recuerde que tenemos el segundo himno más bello del mundo mundial, después de la Marsellesa. Si se le viene un pensamiento que va en contra de la bien fundada filosofía miwateca, levántese, salte tres veces, espabílese, saque el pachón con agua bendita y persígnese la frente y/o haga gárgaras hasta que se le pase. Si no cree en el agua bendita, entonces corra con la hermana Jovita de la iglesia Maranathá, para que le practique una sesión con carcajadas y don de lenguas. La idea es que esas ideas KOMUNISTAS salgan de usted. Acepte siempre el salario mínimo. Ya Dios proveerá para los pasajes o la gas. Utilice las redes sociales solo para compartir memes y frases motivacionales. Otra vez, SEA SIEMPRE MODERADO. Si se...

Elena, la abuela, y el ángel

  Elena, de 11 años, se sentaba todos los días a las 3 de la tarde a ver la novela con su abuela. La anciana, una señora muy católica, se aseguraba de taparle los ojos a la niña en esas escenas “feas”, como ella les llamaba. A Elena no parecía importarle, y muy atenta, continuaba viendo “Pasionaria”. Un día, mientras la abuela meneaba su cabeza de un lado a otro perdidamente dormida, Elena se atrevió a imitar la escena de un beso apasionado. Cerró los ojos, llevó el puño a su boca. Lo besó, y besó, y cuánto lo disfrutó. En algún momento abrió un ojo, para asegurarse que la anciana seguía dormida, pero cuando se dirigió a seguir besándose la mano, se encontró con la mirada del cuadro del Ángel de la Guarda en su cabecera, juzgándola, viéndola con ira y desaprobación.  Se asustó, se asustó mucho, e inmediatamente dejó de hacer lo que hacía. Cuánta culpa, vergüenza y suciedad sentía. El desasogiego era terrible. Esa noche casi no durmió, y la certeza de tener al Ángel de la Guard...

Sor Juana de Maldonado y Paz

Existió hace tiempo una mujer excepcional y polémica: amada por muchos, aunque también odiada. Se llamaba Juana de Maldonado y Paz, también conocida como sor Juana de la Concepción, y fue registrada en la historia con exageración y extravagancia. Mucho se ha dicho de sus lujos y vida estrafalaria: desde que poseía un palacete especialmente diseñado para ella dentro del convento, hasta que recibía favores «especiales» del obispo o que la visitaban personajes ilustres de su época entre lujos impensables para una religiosa. Pero, ¿era sor Juana realmente como la describe la historia? Según el investigador Mariano López Mayorical, Juana nació en la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1598. Fue hija de Concepción de Quintanilla, quien murió cuando Juana tenía cinco años de edad y de quien no se conoce mucho más. Su padre, por el contrario, fue Juan de Maldonado, oidor de la Real Audiencia del Imperio Español, lo que era un alto cargo en la administración colonial. Juana tuv...

El café para el abuelito

  Corría el mes de junio, cuando las estaciones aún llegaban a tiempo. Llovía a diario, justo después del medio día. La lluvia dejaba después un olor a tierra mojada, muchos charcos, y a varios zompopos de mayo, a quienes los patojos ponían a jugar luchitas, y apostando medio centavo a cada rival. Era en el callejón Delfino, donde pasé toda mi infancia, llena de juegos, raspones, aventuras, e historias. Todos los patojos de la cuadra nos reuníamos en las tardes, después de la escuela.  En la banqueta alta siempre se sentaba la Nía Dalia, a leer sus revistas de moda y vanidades, mientras se fumaba su chancuaco. Frente a esa banqueta, estaba la casa de Don Atilio y Doña Carmen, una pareja sin hijos, ambos ya de avanzada edad, a quienes pedíamos siempre la pelota cuando la lanzábamos a su patio. Doña Carmen siempre fue amable, pero Don Atilio, ese viejito era cosa seria. Bravo el condenado señor. Al final del callejón estaba la casa de Don Ramiro, quien ya llevaba varios años sol...

Proyecto Poporopo

Un día de estos les voy a contar la historia de cuando me espantaron en pleno día, en vivo y a todo color, en la casa de Proyecto Poporopo en Guatemala. En julio de 2018, Cristina, la hermana de Lino, mi novio, fue de visita por una semana a Guatemala. El primer día hicimos un tour por la zona 1; visitamos la 6ta. Avenida, la Catedral, Palacio, etc., también fuimos al Cerrito del Carmen, porque casualmente en esos días estaba la Feria de la Virgen. Había mucho calor, entonces al final del recorrido, nos fuimos a tomar “alguito” al Proyecto Poporopo, que está allí por la 4ta. Calle, a eso de las 5:00 p.m. Llegamos, y nos sentamos en el bar. Yo me fui al baño enseguida, pero antes de entrar, vi que una señora iba entrando también. Cerca de mí, estaba un muchacho barriendo, y a unos pocos metros, en la cocina, estaba una señora cortando verduras, o algo así. Fue entonces que el muchacho que estaba barriendo, me dijo: -“Seño, el baño allí está enfrente, entre”. -Yo: “Estoy espera...

Princesa Diana

Algunos saben que soy una apasionada por las historias de la realeza, castillos, princesas, y demás. Y eso se lo debo a mi mamá. A ella le fascinan todos esos relatos, la fastuosidad, la grandeza, y también desgracia en sus vidas. De niña, me compraba revistas, y yo me enganchaba leyendo todas las excentridades de estas personas. Hay cosas que de alguna forma las asociás con situaciones en tu vida. 31 de agosto de 1997, es una fecha que jamás voy a olvidar.   Tenía 9 años, y mi mamá estaba pasando por un proceso terapéutico, y ese día despertamos con la noticia de que la Princesa Diana de Gales, alguien a quien mi mamá admiraba profundamente, no solo por su belleza, sino porque por alguna razón, mi mamá se sentía identificada con ella, había muerto. Ese día lloré mucho, sentí que era mi mamá, quien ya llevaba varios días en el hospital, estaba muerta también. Al medio día, mis abuelos y yo fuimos al hospital a traer a mi mamá porque precisamente le dieron de alta. Yo estaba...

Volcán de Pacaya

Si alguien no está preparada para esta vida, esa soy yo. Y es que, ¿quién en realidad lo está? Nos habían invitado a pasar el fin de semana a un pueblito que está casi olvidado por Dios, pero no tanto. Situado en las faldas del volcán Pacaya, San Vicente, es un pueblito mayoritariamente ladino, como dicen todos aquellos que les gusta mucho esa palabra y niegan que a lo mejor su apellido materno lleva una X, o una CH. Tienen cerca una laguna. En ella descubrí que los pedos en el agua sí huelen, y que bien te podés morir ahogada por tratar de rescatar tu cancleta anaranjada suave chapina.  Pero esos descubrimientos no son relevantes, aunque sí muy útiles. Pero centrémonos en la anécdota del Volcán de Pacaya. Ese famoso volcán que en varias ocasiones nos ha tiznado, y ha chingado los wind shields de varios carros en la Ciudad de Guatemala y alrededores. Ese volcán que cuando escuchábamos su nombre cuando éramos pequeños, realmente pensábamos que cuando hacía erupción arrojaba pacayas....

Un conflicto y media docena de bananos

No es que siempre las hermanas se hayan llevado de maravilla. Vivían en paz «porque de plano». Cada sábado es tradición sentarse en el sillón tapizado con pana corinta, a ver la televisión. A veces Sábado Gigante o alguna película de Cantinflas. Llevaban así más de 50 años, más de 5 décadas haciendo lo mismo.  Ellas dos en particular, nunca se habían llevado bien. Sucede que cuando vivís en una misma casa con tus cuatro hermanas también solteras, la combinación de hormonas, menopausia, y caracteres diferentes solo en algunos aspectos, no ayuda. Aún así, se las ingeniaban para que en la casa no reinara la histeria. Hasta ese día. Ese sábado. Juana se levantó temprano, para que no le ganaran la pila. Tenía unos fustanes blancos que estaban sucios desde la semana pasada, y hasta ese día tendría chance de lavarlos. Agarró su palangana azul, que le regaló el señor de la carnicería -el que siempre le ha hecho ojitos- como souvenir de año nuevo. Dentro de la palangana, llevaba su bola de ...